El saber hacer del cerero
La fabricación de velas perfumadas es un proceso artesanal que exige tiempo y un profundo conocimiento de las materias a emplear: la cera, la mecha y el perfume. Una pericia y un saber hacer que la Casa acumula y domina desde hace más de sesenta años.
Una alquimia sensible
Conseguir la difusión óptima del perfume de las velas de Diptyque, para recrear, a través de ellas, las auténticas sensaciones generadas por la...
El saber hacer aplicado a la elaboración de la cera
Resultado de una labor de composición sutil y sensible, el saber hacer de Diptyque como perfumista se inscribe en el patrimonio creativo del...
El secreto de la calidad: la mezcla de ceras de diferentes texturas y densidades.
Un auténtico objeto artesanal
Cada vela exige meses de elaboración, y fabricarla conlleva una decena de etapas. Algunas se realizan a mano, como la operación de enderezado y centrado de las mechas después del vertido de la cera, o el corte de la mecha a una altura precisa.
Entre los secretos de un proceso exitoso se cuentan el control exacto de la temperatura y el tiempo de reposo que se concede a la cera líquida.
La mecha de cada vela se endereza a mano.
Un infinito herbario de fragancias
Desde las primeras velas perfumadas creadas por Diptyque en 1963, la Casa ha acumulado una colección de casi 50 fragancias. De Cannelle (Canela) a Cyprès (Ciprés), de Gardénia (Gardenia) a Tubéreuse (Tuberosa), de Menthe Verte (Menta verde) a Tilleul (Tilo), de Roses (Rosas) a Vanille (Vainilla), este amplio herbario de aromas, potenciado por acción de la llama, rinde un vibrante homenaje a la naturaleza, sus hierbas, sus cortezas, sus especias, sus flores y sus frutos.
Desde 1963, la luz se convierte en perfume gracias a Diptyque. Con su colección de velas perfumadas clásicas, Diptyque revela los tesoros olfativos inspirados en la naturaleza y ofrece un excepcional herbario de fragancias.